Llega bruscamente el tiempo de otoño con el primer frío , viento y lluvia.
La piel experimenta cambios que van desde la microcirculación ( los vasos de contraen con el frío) que pone la piel más pálida hasta la propia inmunidad cutánea que debe modularse para las inclemencias ambientales.
Pasamos más tiempo en espacios interiores menos ventilados con luces artificiales y otros componentes en el aire.
1. EXFOLIACIÓN SUAVE pero rigurosa para descamar todas las células muertas que la piel produce tras la exposición al sol y el verano. Esto garantiza una piel bien oxigenada que se prepara para recibir una buena nutrición. También preserva un tono uniforme bronceado o no, pero sin la irregularidades o manchas que aparecen al perder el color del verano.
Una receta casera interesante es una mezcla de levadura de cerveza en escamas con una infusión de lavanda y unas cuantas gotas de aceite de germen de trigo virgen o en su defecto de oliva . Al retirarla realizar un ligero masaje. Tiene un efecto exfoliante, nutritivo y tonificante
2. REMINERALIZACIÓN con un producto que le de un “chute” de energía a la piel un concentrado que imprima luz y vitalidad a las células cutáneas.
3. NUTRICIÓN Y PROTECCIÓN con un aceite concentrado las pieles más desvitalizadas o maduras y con una crema el resto. Debe tener protección medioambiental y aceites que cumplan esta función para adaptarse a los cambios de temperatura, viento, frío…
Si además quieres disfrutar de la mejor cosmética natural española, estos productos de ARCHANGELA van a ayudarte a conseguirlo.
JABÓN EXFOLIANTE DE CÍTRICOS: suave y eficaz para el día a día.
FLUIDO FITOAROMÁTICO DE ACEITES RAROS Y PRECIOSOS: ese concentrado sérum- crema para que tu piel reciba la energía que necesita .
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