La falta de tono o flacidez de la piel está relacionada con el deterioro de los tejidos de sostén. Esto es algo normal con el paso de los años aunque hay factores individuales ya sean genéticos o adquiridos que pueden predisponer a cierta falta de tono incluso en personas jóvenes.
Los tejidos de sostén suelen ir perdiendo su función por el desgaste de proteínas o la alteración en la transcripción genética de algunas de ellas (teoría de envejecimiento de Orgel). También se sabe que las especies oxidativas resultantes de la respiración celular ocasionan daños como peroxidación de los lípidos de mambrana, en algunas proteínas y ácidos nucléicos produciendo graves daños celulares.
Esta pérdida de firmeza tiene un ritmo cronológico aunque observamos que hay factores individuales no ligados a la edad que pueden producirla. Estos pueden ser, los daños por radiaciones UV, agentes ambientales, contaminantes, medicamentos o enfermedad. O incluso la predisposición individual sin más.
El deterioro del colágeno de nuestra piel ( encargado de dar firmeza ) y de la elastina que da eslasticidad, produce el descolgamiento o flacidez. La primeras manifestaciones se expresan en el arco mandibular, la papada, los surcos nasogenianos y los párpados.
El fotoenvejecimiento y el tabaquismo son causas frecuentes de pérdida de firmeza porque la radiación solar y la falta de oxigenación producen la oxidación y alteración de las proteínas que mantienen el tono de nuestra piel.
Además de la predisposición individual, la dieta pobre en proteínas u otros principios inmediatos, el sedentarismo y los cambios de peso pueden contribuir a la flacidez de nuestro rostro.
La contribución cosmética que podemos hacer para combatir la flacidez es interesante aunque debe acompañarse de la dieta y estilo de vida adecuado.
La limpieza es una fase importante del tratamiento antienvejecimiento, ya que, además de preparar la piel para favorecer la penetración de los productos, favorece la renovación celular, eliminando las células muertas de la capa córnea.
Una exfoliación ligera pero regular garantiza esta función.
María José Martínez Caballero
La Dra. María José Martínez Caballero es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza. Ejerce como médico desde hace más de veinte años, y su pasión por la cosmética se remonta a unos cuantos años en que empezó a buscar el punto en el que coinciden la salud con la belleza. Desde entonces la búsqueda imparable de activos en la naturaleza que lo contiene todo, y sus desarrollos con la biotecnología sigue siendo uno de sus objetivos en su vida profesional y personal.
