Hablar de la piel madura generalizando es tratar de simplificar una realidad muy compleja ya que las necesidades de cada persona son muy variables.
Sin embargo podemos hablar de algo que conviene a casi todo el mundo con el paso de los años: la necesidad de cuidar la piel para intentar prevenir un envejecimiento rápido o inadecuado.
Así pues, vamos a inicar una serie acerca de la piel madura donde hablaremos de alimentación, cuidados necesarios y otros consejos de interés.
Hoy comenzamos con las características de este tipo de piel.
Características de la piel madura
La piel madura, en general:
- tiene disminuida su capacidad funcional
- está más expuesta a los factores ambientales
- tiende a desarrollar ciertas alteraciones cutáneas
Sus capilares sanguíneos se dilatan más así que esta piel está peor irrigada y nutrida y con el paso del tiempo pierde elasticidad, turgencia y tonicidad, es más frágil y cicatriza peor: es un proceso NATURAL.
¿Qué caracteriza una piel madura?
- es más seca y áspera al tacto
- tiene arrugas
- ha podido adquirir una cierta tonalidad amarillenta
- puede tener irregularidades en la pigmentación
Muy pronto continuaremos con otro artículo relacionado con este tipo de piel, ¡esperamos que sea de tu interés!
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María José Martínez Caballero
La Dra. María José Martínez Caballero es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza. Ejerce como médico desde hace más de veinte años, y su pasión por la cosmética se remonta a unos cuantos años en que empezó a buscar el punto en el que coinciden la salud con la belleza. Desde entonces la búsqueda imparable de activos en la naturaleza que lo contiene todo, y sus desarrollos con la biotecnología sigue siendo uno de sus objetivos en su vida profesional y personal.