Dado que una piel seca no necesita los mismos cuidados que, por ejemplo, una piel acneica o reactiva te indicamos algunos tips para que identifiques la tuya y puedas protegerla de la forma más adecuada.
1. De normal a grasa
La piel con tendencia grasa suele tener poros dilatados y un exceso de secreción en la zona T (zona central de la frente y hacia alas de la nariz) que produce brillos y aspecto poco limpio.
Aunque su aspecto es brillante, no es luminoso: es una piel poco fina.
2. De normal a seca
La piel seca suele sufrir de tirantez y falta de elasticidad que produce la formación precoz de líneas de expresión o arrugas.
Por ello, a veces parece una piel cansada y poco jugosa y esto puede hacer que resulte una piel apagada.
3. Con tendencia acneica
La piel con tendencia acneica, además de las características de la piel grasa, suele tener folículos infectados que producen zonas inflamadas o supurantes.
Es muy molesto, ligeramente doloroso y antiestético.
4. Sensible y muy reactiva
La piel sensible puede ser seca o grasa aunque suele tender a deshidratarse con facilidad y sufre de enrojecimiento, dilataciones capilares e incluso, en ocasiones, fenómenos inflamatorios o descamativos.
Es realmente incómoda, sufre de picor, tirantez y es muy delicada frente a cambios de temperatura o agentes extremos.
¿Y tú, qué tipo de piel tienes?
María José Martínez Caballero
La Dra. María José Martínez Caballero es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza. Ejerce como médico desde hace más de veinte años, y su pasión por la cosmética se remonta a unos cuantos años en que empezó a buscar el punto en el que coinciden la salud con la belleza. Desde entonces la búsqueda imparable de activos en la naturaleza que lo contiene todo, y sus desarrollos con la biotecnología sigue siendo uno de sus objetivos en su vida profesional y personal.
