Las imperfecciones de tu piel

Las imperfecciones de tu piel

Tener una piel lisa, sin imperfecciones y con acabado de porcelana es el sueño de muchas mujeres y hombres.

Las más habituales son el acné, las bolsas, las ojeras, el tono apagado y las manchas cutáneas, las rojeces o las lesiones cicatriciales.

El ideal de belleza occidental y mediterráneo añade a esa piel de porcelana un ligero aspecto saludable que se refleja en el rubor de las mejillas y quizás en el tono ligeramente dorado de algunos tipos de piel.

Las causas de una piel irregular son tan variadas como la cantidad de imperfecciones que pueden existir. El componente genético siempre va a determinar el tipo de piel, la tendencia que cada persona tiene en los procesos de cicatrización, entendiendo por cicatrización cualquier situación que obligue a la epidermis a reparar el tejido.

Esto puede ser un granito ( o la “herida” secundaria a haberlo reventado manualmente sin las medidas adecuadas), lesiones más profundas de un acné pustuloso o quístico, una erupción, una quemadura o cualquier otra marca residual de algún fenómeno inflamatorio o de rotura de la epidermis en cualquier momento de la vida.

En cualquier caso, lo importante es tener en cuenta que incluso en la pieles que se reparan dejando cicatrices pigmentadas o deprimidas o al contrario sobreelevadas…o enrojecidas…, los cuidados pueden determinar la evolución de esa piel a lo largo de los años. Hay pieles “marcadas” en la juventud que maduran o envejecen luciendo regulares, radiantes y uniformes en la madurez.

Y al contrario, las pieles de porcelana en la juventud ( secas, finas y sensibles ) envejecen antes y se llenan de arrugas con facilidad si no han recibido los cuidados oportunos.

El protocolo a seguir en los tipos específicos de piel, con acné, cuperosis, manchas .. ya se explica en ese apartado específico.

Vamos a centrarnos en cómo tratar una piel con imperfecciones o con tendencia a ellas para conseguir esa piel de porcelana que buscamos.

Como siempre, hacemos hincapié en la limpieza que deje el poro limpio de residuos tanto del metabolismo celular, como de la secreción de las glándulas sebáceas y de la suciedad medioambiental.

Con el poro limpio a través de un producto respetuoso con el manto ácido de la piel y la barrera epicutánea, ya mejoramos la respiración del tejido epidérmico. Además, evitamos el aspecto grueso del poro y eliminamos las células muertas que dan aspecto marchito y macilento a la piel.

Todo ello mejora el funcionamiento de la piel y es la base de un cutis regular, limpio y luminoso. Además los productos que apliquemos a continuación se absorberán y actuarán mucho mejor.

La protección solar y ambiental para evitar las manchas e imperfecciones por la exposición al sol y a la polución.

En las pieles con tendencia acnéica hay que evitar extraer los granitos con maniobras violentas que rompen la epidermis y terminan en lesiones cicatriciales .

En pieles con rojeces o muy delicadas se debe evitar cualquier maniobra mecánica o química que produzca irritaciones que producen marcas tras pequeños procesos de inflamación localizada. E igual en cutis con venitas o capilares dilatados.

Tras la limpieza, la hidratación es fundamental incluso en pieles de tendencia grasa. A través de ella se aportan a la piel elementos fundamentales para su correcta renovación y funcionamiento del estrato córneo. Un piel deshidratada tiene más probabilidad de cicatrizar mal o dejar marcas. Se hará la hidratación adaptada al tipo de piel.

La exfoliación regular según el tipo de piel. Contribuye a acelerar la renovación del estrato corneo y eliminar más rápidamente las imperfecciones. Se hará muy suave en pieles delicadas o con venitas dilatadas y mas profunda en pieles gruesas con marcas o tendencia grasa.

Los peelings médicos pueden mejorar de manera eficaz y mas profunda el aspecto de la piel y su textura, atenuando las marcas o imperfecciones.

Los cuidados especiales con cierta regularidad son una oportunidad maravillosa para que la piel descanse, se renueve y luzca más uniforme y bella.

Las mascarillas se deben aplicar una o dos veces por semana.

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María José Martínez Caballero

La Dra. María José Martínez Caballero es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza. Ejerce como médico desde hace más de veinte años, y su pasión por la cosmética se remonta a unos cuantos años en que empezó a buscar el punto en el que coinciden la salud con la belleza. Desde entonces la búsqueda imparable de activos en la naturaleza que lo contiene todo, y sus desarrollos con la biotecnología sigue siendo uno de sus objetivos en su vida profesional y personal.

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