Aunque el verano toca a su fin y ya vemos acerarse el otoño, todavía seguimos tomando el sol y, aunque no tenga la fuerza de julio o agosto, aún debemos tener ciertas precauciones.
1. Limpia, refresca e hidrata tu piel
No te olvides de hacerlo al volver de la playa, la piscina o la montaña.
Lo primero que debes hacer es retirar con un jabón suave los restos de productos solares que ensucian la piel y obstruyen los poros.
Una vez limpia, hidrátala porque la piel empieza a descamarse y a presentar irregularidades, como manchas blancas.
Debemos evitar ser perezosos con la hidratación porque muchos productos engrasan la piel y otros, aunque proporcionan una sensación más agradable, son derivados minerales de escasa calidad que en realidad no nutren nuestra piel.
Los buenos cosméticos, ricos en aceites vegetales, nos aportan los ácidos grasos esenciales que el cuerpo no puede sintetizar y consiguen:
- que la epidermis esté bien nutrida,
- que la cohesión entre sus células se mantenga,
- que el factor de hidratación natural
- que el manto epicutáneo estén en buen estado
- y que la piel se vea sana y elástica.
Además, ofrecen a nuestra piel una gran cantidad de antioxidantes que frenan el envejecimiento y conservan nuestro colágeno natural, proporcionándonos una piel preciosa y un color realmente bello.
Y lo mejor es que notaremos confort al instante: la piel los absorbe y no quedará una capa que impida la buena transpiración de la piel.
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Nada es tan tonificante para la circulación y reafirmante como una ducha fría rápida.
Siempre debes empezar por las manos y los pies e ir avanzando hacia el centro del cuerpo. Continúa unos segundos en los glúteos, la cara interna de muslo y los brazos y, por último, en el pecho.
2. Prepárate una mascarilla casera
Si tienes una piel normal, puedes hacerla con:
- harina de avena (si no tienes, utiliza clara de huevo)
- agua de rosas (si no tienes, utiliza una infusion de manzanilla)
- y unas gotas de Aceite de Belleza de la Reina (si no tienes, utiliza aceite de oliva virgen)
TIP: ¿Tienes la piel seca? Añádele un poco de yogur.
Y después de lavar la cara, una aplicación de Crema de Arroz, Malva y Vid Roja para tener una sensación muy reconfortante, fresca, hidratando en produndidad.
3. Exfolia tu piel
Puedes hacer una exfoliación con Jabón Exfoliante de Cítricos, utilizando en el último aclarado agua con un chorrito de limon (¡cuidado con tus ojos!).
Después, aplica el Fluido Fitoaromático de Aceites Raros y Preciosos: notarás cómo cierra el poro, tersa y te da una hidratación cargada de acción antirradicales, reparando y dejando un cutis precioso para la noche con una terminación perfecta y duradera.
TIP: Las pieles secas agradecerían unas gotitas de Aceite de Belleza de la Reina antes del fluido.
Después de la exfoliación, puedes realizar unas buenas fricciones con rodajas de pepino frescas.
Así lograremos cerrar el poro y unificar el tono.
María José Martínez Caballero
La Dra. María José Martínez Caballero es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza. Ejerce como médico desde hace más de veinte años, y su pasión por la cosmética se remonta a unos cuantos años en que empezó a buscar el punto en el que coinciden la salud con la belleza. Desde entonces la búsqueda imparable de activos en la naturaleza que lo contiene todo, y sus desarrollos con la biotecnología sigue siendo uno de sus objetivos en su vida profesional y personal.
